Los Mayores Cuentan

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Danzas del Mundo en la Dehesa de la Villa – Próxima sesión: 26 de marzo

Danzas del Mundo en la Dehesa de la Villa – Próxima sesión: 26 de marzo

Le damos las gracias a Gloria Rosa García por traernos esta información actualizada de Danzas del Mundo en la Dehesa de la Villa: la próxima sesión tiene doble encanto al ser ¡al aire libre y en primavera!

¡Animate a bailar en la Dehesa de la Villa!

El último domingo de mes de 12:00 a 14 se organiza una sesión de Danzas del Mundo junto al Centro de Interpretación de la Dehesa de la Villa, calle Francos Rodríguez, 81. La próxima sesión es el 26 de Marzo.

Dinamizan la sesión Angeles, Belén, Jesús, Joaquín y Marisa, quienes explican cada danza a los asistentes antes de bailar.

Es una actividad gratuita y no es necesario reserva previa.

 

Danzas del mundo en el Parque del Oeste

Danzas del mundo en el Parque del Oeste

¿Te gusta bailar? ¿Te apetecería bailar con música en vivo en un parque madrileño? Se trata de una actividad organizada por profesionales, gratuita y no requiere reserva previa.  Y no tienes que saber bailar, porque cada baile lo explican muy bien al inicio.

En Madrid hay diversos puntos de baile al aire libre, todos gratuitos y abiertos a cuantos se quieran unir a cada sesión.

El domingo 5 de Marzo de 12:00 a 14:00 habrá una sesión dinamizada por Pello Irurzun.

El lugar de este encuentro es el Templete de música de Rosales, en el Parque del Oeste, debajo del Templo de Debod, junto al aparcamiento. Calle Profesor Martín Almagro Basch, 53

La actividad es gratuita, con aportación voluntaria.

Stradivarius. Un relato musical

Stradivarius. Un relato musical

¡Cuánto había anhelado este momento! Cuántas veces había visto los Stradivarius en sus vitrinas de cristal y había soñado con tocar uno de estos violines ante un público amante de la música, en alguno de los solemnes salones del Palacio Real.  Y esta noche era la noche.  No se lo podía creer, en el cuarteto, junto a tres compañeros, estaba ella con un maravilloso Stradivarius en sus manos, a punto de comenzar a tocar una preciosa obra de Arriaga, el Mozart español.  No podía sentirse más emocionada y feliz.

En el Salón de las Columnas, repleto de obras de arte y de historia, el público ocupaba ya las elegantes sillas estilo imperio, no quedaba ninguna libre.   En la bóveda del salón, el dios del sol Apolo, conduciendo el carro solar tirado por caballos blancos, iluminaba con su mirada el pequeño escenario donde el cuarteto ya ocupaba sus asientos.

Julia había dedicado su vida a la música y a su familia a partes iguales. Como profesora del Conservatorio había trasmitido su pasión por la música a tantos y tantos alumnos.  Y en su familia había sido inspiración para todos: su alegría de vivir, su entusiasmo, su trabajo incansable para conseguir todo cuanto se proponía, su inagotable afán por ayudar a todos a superarse y crecer… había servido como ejemplo y acicate a todos cuantos la rodeaban.

Se hizo el silencio y se escucharon los primeros acordes.  El nerviosismo inicial desapareció tan pronto como la música de Arriaga llenó el salón con su envolvente armonía.  Cuatro movimientos impecablemente interpretados y seguidos de calurosos aplausos. Después vino un hermosísimo cuarteto de Brahms, también seguido de entusiasmados aplausos y “bravos”, que no cesaron hasta conseguir una propina de los músicos.  Más aplausos, más reverencias, más semblantes y sonrisas de agradecimiento… El concierto había sido todo un éxito.

Antes de que se retiraran los músicos, una señora menuda, con el pelo gris y los ojos empañados, se acercó a la violinista: “Julita, has tocado como los ángeles, se me han saltado las lágrimas de lo precioso que ha sido el concierto. Sabes que éste era mi sueño, tocar aquí con un Stradivarius, y tú lo has hecho realidad.  No puedo estar más agradecida”.  “Abuela, soy yo la que te tengo que dar las gracias, por haberme enseñado a soñar y por haberme traído hasta aquí”. Y se fundieron en un apretado abrazo bajo los cálidos rayos del dios del sol.

Descubrimos el pirograbado

Descubrimos el pirograbado

Santiago Santos, voluntario del Centro, nos habla de una de sus aficiones favoritas, el pirograbado, y nos muestra algunas de sus obras.

“Empecé con esta afición hace 4 o 5 años, en un centro municipal de mayores donde tenían plaza para esta actividad, después de que en un primer centro al que asistía no me tocaran en el sorteo los talleres que me interesaban.

Desde el principio me gustó, porque me relaja, me concentro y me ayuda a prestar toda mi atención en una tarea, sin distracciones.  Y sobre todo, me gusta porque puedes ver tu obra terminada después de horas de trabajo y eso te da mucha satisfacción.  También ves que los demás aprecian lo que has hecho, y eso es también muy satisfactorio. Las piezas las regalo a familiares y amigos, y te sientes orgulloso de que valoren tus obras y las pongan en sus casas.

Aunque no se requiere formación previa, para empezar tienes aprender la técnica en algún taller o con algún experto.  Yo ahora voy a dos sesiones semanales en el centro donde aprendí.  Aunque allí trabajo con mis propias herramientas, estoy con compañeros con los que puedo intercambiar modelos, trucos, aprendizajes… y eso también lo valoro.

No es una afición cara pero sí requiere una cierta inversión; se necesita un transformador y distintas herramientas y materiales, que en total puede estar en torno a 150 euros.   Pero tras la inversión inicial, los materiales para trabajar de forma continuada (maderas, pintura, etc.) son muy asequibles.

A las personas que se interesen por esta actividad les recomendaría que primero vieran una demostración de cómo se trabaja y puedan plantear todas sus dudas, y que después probaran.  Yo me ofrezco a mostrar cómo trabajo con esta técnica, tan interesante como poco conocida».

 

Anticuento de Navidad. Relato de Francisco Pérez

Anticuento de Navidad. Relato de Francisco Pérez

En otro paseo con mi amigo Pepe, recordábamos los cuentos de Navidad de nuestra infancia en los que aparecían sentimientos de ternura y de tristeza.

Nos propusimos pensar en un cuento de Navidad de este tiempo y para ello recurrimos a buscar en el móvil historias de Navidad de 2022. No fue sorpresa descubrir que el señor Google no paraba de abrir páginas con regalos, regalos y más regalos.

Bueno, dijimos, la Navidad es un puro regalo, deben ser cosas del siglo. Ya no encontramos historias de niños tristes a los que sus padres no les pueden comprar juguetes y turrones porque son pobres y todo el gasto se les va en los recibos de la luz.

Echemos un vistazo a ver lo que encontramos. Vamos a dejar a un lado las lavadoras ecológicas y los cruceros por el Caribe. Elegiremos productos que no superen los veinte euros de gasto. Esto es algo de lo que se ofrece: vasos de café de doble pared, sujeta-libros, juguetes anti-estrés, imanes de neveras, autorriego para macetas, calentadores de manos, comba inalámbrica, posavasos con alarma, tazas con mensajes y bolsas para ropa sucia de viaje.

La verdad es que sorprende la variedad de estos objetos elegidos al azar y su relación con la Navidad o con cualquier otra fiesta del calendario. Debe ser que lo importante es consumir para así poder avanzar en el siglo. “Ya veré lo que hago”, dijo Pepe, “el día que nos juntemos la familia en la cena de Nochebuena”.

De momento, lo mejor es seguir con estos paseos que tan bien nos sientan.