
Muchas gracias a Julián del Río por compartir estos recuerdos de su juventud, que nos traen una página triste de la historia del barrio de Tetuán.
Era mi edad alrededor de diecisiete años cuando empecé a trabajar en el bar El Túnel situado en la calle Ávila esquina con Lérida y que aún continúa, y fue allí donde me contaron la siguiente historia:
En la misma calle Ávila pero más abajo a la izquierda había un chalet que tenía la planta baja y por una escalera se accedía a la planta de arriba. Este chalet era un local que tenía la Falange, y allí en el barrio le llamaban un ‘banderín de enganche’ y me decían así: “chaval, tú no sabes que desde aquí, cuando este bar se llamaba bodegas Zapardiel y ahí enfrente estaban las barcazas voladoras del tío Leopoldo, una mañana los maquis, desde la puerta del bar que da a la calle Ávila, controlaron el banderín de enganche y nada más llegar los dos conserjes al chalet los mataron y salieron corriendo, y en un bar que entonces estaba cerca de la Castellana con Orense y que ya estaban de acuerdo con la cerillera le entregaron las pistolas para deshacerse de ellas y ellos siguieron andando hasta Atocha de los nervios que tenían”.
Así lo recuerdo y así os lo cuento.
La historia contada a Julián fue real. El 25 de febrero de 1945 cinco guerrilleros comunistas organizaron y perpetraron un ataque a la Subdelegación de Falange (banderín de enganche) del barrio de Tetuán, asesinando a dos personas. El atentado motivó una monumental manifestación a favor del régimen de Franco, y dos meses más tarde los cinco guerrilleros comunistas fueron ejecutados. La operación de los maquis había fracasado, consiguiendo el resultado contrario al esperado.