
Le damos las gracias a Basilides Manso por esta información tan interesante del patrimonio histórico y artístico de nuestra ciudad.
En la plaza de las Descalzas hay un edificio antiguo, donde se alojaban los reyes cuando pasaban por Madrid, en el monasterio de Nuestra Señora de la Visitación (Descalzas Reales). En él se celebraron las primeras cortes que se reunieron en Madrid.
Tiene una construcción de tipo toledano de apariencia pobre, pero por dentro todo lo contrario es de lujo palaciego. El edificio era originalmente un palacio, ubicado en una la finca que llegaba hasta la calle Preciados. Lo compró Alfonso Gutiérrez contador de Carlos I, esto le valió el título de Casa del Tesoro. Finalmente pasó a la corona, lo que le convirtió en residencia real. Allí la reina Isabel de Portugal tuvo a su hija Juana de Austria, reina de Portugal y regente o gobernadora de España. Ella fue la que convirtió el palacio en convento de monjas clarisas (1559), traídas desde Gandía por San Francisco de Borja. Allí vivió su hermana María emperatriz de Alemania.
Se convirtió en uno de los monasterios más reales de Europa, donde vivieron Catalina, sobrina de Felipe II y archiduquesa de Austria, la Infanta Margarita, que tomó los hábitos de clarisa pobre, Ana Dorotea hija del emperador de Alemania Rodolfo II. Sor Margarita de la Cruz, hija ilegítima del infante Juan José de Austria a su vez bastardo de Felipe IV y de una hija del Españoleto, ingresó en el convento a la edad de 6 años. Cuando su padre alcanzó el poder, regente o valido de su hermanastro Carlos II regaló al convento la maravillosa Capilla del Milagro, que no se puede ver ya que está en la zona de clausura.
En el interior, se nota la mano y el talento de Juan Bautista de Toledo reclamado para la obra por Felipe II cuando estaba trabajando en la construcción de San Pedro con Miguel Ángel. Hay muchísimas obras de autores famosos como la estatua orante de Juana de Austria obra de Pompeo Leoni.
Merece la pena visitarlo.