Los Mayores Cuentan

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Mis recuerdos de niño. Las Marzas

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Foto de portada: Jorge Revuelta

Julián del Río nos habla de un rito ancestral interesantísimo que sigue vivo por el norte de nuestro país.

Por el norte de España y hasta el río Duero, hay una tradición ancestral muy arraigada, que es la costumbre de cantar la noche del último día de Febrero, para dar paso al día del ángel de la Guarda, y celebrar la entrada del mes de Marzo y el inicio de la primavera. Estos cánticos antes los hacían los hombres en dos grupos, haciendo un recorrido por el pueblo, poniéndose unos en una esquina y en otra los otros, así cantaba uno de los grupos y el otro le respondía, los vecinos les daban cada uno lo que podía, con lo que hacían una cena generalmente abundante ya que se solía sacar una buena cesta.

En los cánticos se hacía un recorrido por todos los meses del año, empezando por Marzo, finalizando en el mes de Febrero y de cada mes se resaltaba algo, por ejemplo;

Desde Agosto entra Septiembre

¡Oh! que lindo mes, es este

¡Oh! que lindo mes, es este.

Que se coge pan y vino,

si durara para siempre

si durara para siempre.

Si para siempre durara

pan y vino no faltara.

Seguía, hasta finalizar con Febrero. Continuaba con un canto al cuerpo de la mujer, desde el pelo de la cabeza hasta los pies. Una de esas partes decía así:

Esos tus dos ojos

son claros luceros

son claros luceros

que alumbran la noche          

a los marineros                       

a los marineros.

Estos cánticos podían variar de un pueblo a otro en alguna estrofa, pero coincidían en gran parte.

Actualmente se mantienen los cantos, pero ahora participan las mujeres y las suelen cantar en la plaza del pueblo acompañados de unas buenas fogatas, y ya no se hace la noche del ángel de la Guarda, suelen cantarlas el fin de semana más próximo, pero se mantiene la costumbre.