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La linda tapada. Texto de Basilides Manso

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Le damos las gracias a Basilides Manso por contarnos un episodio tan interesante de la historia de Madrid.

El 15 de enero de 1937, un Junker-52 pilotado por el oficial nazi Rudolf Von Moreau -que posteriormente participaría en el ataque a Guernica- llevando como copiloto al español Joaquín García Morato, bombardearon la estación del Norte (actual Príncipe Pío), el Ministerio de la Guerra (ubicado en el Palacio Buenavista) y la plaza de Cibeles.

Este bombardeo causó heridas a la Diosa, dañó una mano y la nariz y se llevó el morro de uno de los leones. Ante el peligro, el Gobierno decidió protegerla. Hicieron un armazón de madera y ladrillo, lo llenaron de arena y luego con sacos terreros. Por esto el «gracejo madrileño» la llamó «la linda tapada», replicando el título de una zarzuela estrenada en Madrid en 1924.

También protegieron a Neptuno, donde antes, recordando el hambre que se pasaba en esos días, alguien puso un cartel en la estatua que decía: «o me dais de comer o me quitáis el tenedor».

Se protegieron todas la estatuas y monumentos desde la plaza de Castelar a Atocha, que pasó a llamarse «El ocaso de los dioses». No se pudo proteger el monumento a los Héroes de Cuba y Filipinas en el Parque del Oeste ya que, por caer en tierra de nadie, fue destruido al principio de la contienda.