
Muchas gracias a Basilides Manso por traernos esta historia tan deliciosa.
Cuando Carlos V se casó con Isabel de Portugal, pasaron la luna miel en la Alhambra de Granada, y Carlos le entregó a Isabel como promesa de amor una flor persa, entonces desconocida en España, un clavel. A Isabel le gustó tanto la flor por su belleza y fragancia, que Carlos mandó plantar en los jardines del palacio miles de claveles, que extendieron su olor por todos los rincones de la Alhambra.