
Le damos las gracias a Basilides Manso por traernos desde su infancia este juego infantil tan desconocido y contarnoslo tan bien.
Es un juego sencillo pero sirve para su fin, entretenimiento. Solo se necesita una pala algo mas grande que la de ping-pong y una chirumba, que es como dos conos unidos por sus bases, con lo que siempre quedan las putas levantadas del suelo. Puedes jugar de distintas formas, la más real es trazar un redondel y allí dentro el primer jugador pone la chirumba, y con el canto de la pala golpea la punta elevada de la chirumba con lo que ésta salta y antes de que caiga al suelo la pega con la pala para mandarla lo más lejos posible.
El otro jugador tenía que hacer lo contrario pegarla para que cayera y se quedara dentro del redondel desde el que se había sacado; con esto conseguía un tanto y ahora era él el que sacaba.
También se jugaba a que uno mandaba la chirumba hacia un lugar y el otro se la devolvía, y así hasta que se cansaban o se tenían que ir a comer o cenar.